Algo de la tierra
insomne se traslada
con vos adonde vayas.
No da descanso, no cede
al placer momentáneo
de lo que creemos
nos hará olvidar la sangre,
el grito o el golpe.
Lo que insomnia
nos persigue. Esa es
su tarea y no la nuestra
aplacarlo. No se puede,
no es tarea humana
dejar de habitar
la hora oscura.
II
Pesa la noche
en los ojos calambres
de mirar la nada
Pesa la nada
de la noche el insomnio
Pesa y arden los ojos
la nada fija la pared
en el punto
en la lamparita
y su vaivén
Pesa la nada
el ardor
los no
colores
que silencian
lo que el insomnio
habla
Arde la noche
pesan los ojos
Arde en vodka
el pezón de la noche
Bebe
el insomnio
del silencio
aunque sea grito
adentro arde
queda suspendido
el mundo en vano
en vilo algo pende
del fino hilo
que se quiebra.
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