mi vida es una ventana abierta,
pero todas las puertas están cerradas.
Tú me miraste la mano y lo dijiste,
así,
con el mar entre los dientes:
no vuela
quien tiene alas,
sino quien tiene cielo.
Para escribir una poesía que no sea política debo escuchar a los pájaros. Pero para escuchar a los pájaros hace falta que cese el bombardeo...
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