Escribo desde un tiempo muy parecido al tuyo.
Soy poco más que un libro
-árbol herido y triste- que siempre ha sido viejo.
Escribo porque soy insuficiente,
porque mi verbo muere cada día
acribillado a mano
por su propia verdad.
Escribo aunque ya todo parece estar escrito
y listo para ser ejecutado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario