los voy descubriendo a medida
que tus ojos se abren lentos
como la lluvia.
Son, lo sé,
pasos perdidos que aún resuenan
en mi mente,
viejas angustias que gritan
deshaciéndose en muros derribados.
Cada vez tengo más llaves
(que es lo mismo que decir ti)
Y así voy abriendo enloquecida
las ventanas
para que el sol te desnude
hasta calcinar mis sombras.
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