Me enamoré de tu forma de doler
y me convertiste en una persona triste.
Tu única defensa fue:
"La tristeza esconde una belleza indescriptible".
Y entonces
brillé.
Lo que tiembla y se desmorona soy yo. Lo que se abruma y oscurece soy yo. La ciudad destruida la gente extraviada soy yo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario