Tengo la vida rota, hecha cristales.
Pero a pesar de todo me gusta andar descalzo.
La sangre de los pies me hace sentir
que no, que todavía quiero
correr hasta que el cuerpo aguante.
Para escribir una poesía que no sea política debo escuchar a los pájaros. Pero para escuchar a los pájaros hace falta que cese el bombardeo...
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