No te llamo, no te pido.
Me doy, te soy.
Tú no me tomas, no me necesitas,
no hay ganas de mí en tu mirada.
Te veo, te creo, te recreo, mi solo amor,
mi idiotez, mi desamparo. Qué me hiciste
para que yo me enrostre este amor estúpido.
Lo que tiembla y se desmorona soy yo. Lo que se abruma y oscurece soy yo. La ciudad destruida la gente extraviada soy yo.